Las consecuencias de una mala oclusión son numerosas, algunas de ellas de gran importancia y os la describemos a continuación:
Problemas de la función mandibular:
Una mala oclusión no permite una masticación adecuada de la comida, dado que no existe el contacto adecuado entre los dientes superiores e inferiores. Es por ello que los pacientes que lo padecen suelen tener problemas digestivos.
Problemas derivados del apiñamiento dental:
Unos dientes apiñados favorecen que los restos de comida se acumulen en los espacios interdentales. Además, como su posición dificulta una correcta higiene, estos pacientes serán más propensos a desarrollar caries y enfermedades periodontales.
Bruxismo:
La mala oclusión provoca, en muchas ocasiones, que el paciente rechine o apriete los dientes de manera anormal y por lo tanto, se produzca un desgaste de los mismos.
Problemas respiratorios:
Las malas oclusiones esqueléticas severas, donde existe una alteración del tamaño y posición de los maxilares, pueden conllevar problemas respiratorios durante el sueño: ronquidos, apnea del sueño… Asi mismo en ocasiones, un sobre crecimiento del maxilar superior puede hacer que un paciente no pueda cerrar los labios sin realizar cierto esfuerzo, por lo que puede estimularse la respiración oral y provocar además, problemas de encías.
Problemas en el habla:
Algunas malas oclusiones pueden favorecer ciertas dificultades en el habla, que pueden acompañarse de dolores articulares en la mandíbula.
Problemas estéticos:
La posición incorrecta que adquieren las mandíbulas en los casos de malas oclusiones pueden provocar asimetrías en el rostros poco armónicos, por lo que, en muchas ocasiones, generan problemas psicológicos y complejos en el paciente.
Cuando hablamos de mala oclusión, la edad más temprana para realizar el tratamiento será la más idónea, ya que siempre será más sencillo corregir un problema de mordida cuando la mandíbula aún se encuentra en su fase de crecimiento.
Puesto que, la gran mayoría de problemas de mordida se solucionarán con un tratamiento de ortodoncia .
En cuanto a la edad adulta, en la gran mayoría de casos la mala oclusión podrá corregirse con tratamientos de ortodoncia, en ocasiones combinados con extracciones. Sin embargo, en casos muy severos en los que el paciente sufra de complejos que le impidan relacionarse de manera habitual, se irá un paso más allá y se optará por otro tipos de tratamientos.
Si tienes mala oclusión y quieres resolverla para terminar con los problemas derivados de ella, pide consulta en nuestra clínica y así podremos determinar el mejor tratamiento para mejorar tu aspecto y tu vida en general.