Listado anual: 2017 (Página 5)

Es una técnica de limpieza, que consiste en aplicar un chorro de agua a presión sobre los dientes y las encías. Con esto se consigue arrastrar la placa bacteriana y estimular las encías.

«Ojo » con esta técnica no se sustituye al cepillado, sino que lo complementa. La combinación permite conseguir una mejor limpieza bucal y con ello reducir la aparición de caries y otros problemas, como el mal aliento (halitosis). También mejora la salud de las encías, y reduce el sangrado la  inflamacion. Y están indicados para aquellos que buscan una higiene especialmente cuidadosa. Siendo indicados  para personas con implantes dentales y  ortodoncia, ya que permite eliminar con más facilidad los restos acumulados en las zonas donde  es más difícil acceder. También lo recomendamos en pacientes diabéticos, ya que esta enfermedad está relacionada con la enfermedad de las encías (periodontitis) y, por lo tanto, tienen que ser muy cuidadosos en cuanto a su higiene oral.

  ¿CÓMO TIENES QUE UTILIZARLO?                                                                                                  

 – Es importante que tu boca esté bien limpia antes de usar el irrigador.Rellena el depósito con agua o con un colutorio bucal que adecuado a tus necesidades. Si usas colutorio, recuerda no beber agua hasta 30 minutos después de su uso para que tenga tiempo de actuar en la boca.

– Coloca la boquilla e introduce el irrigador en tu boca, sobre las encías.

-Enciende el irrigador y direcciona el chorro de agua a lo largo de las encías y entre los dientes. Recuerda que puedes pararlo cuando desees, así como regular la presión.

– Lava y seca el depósito del irrigador y la boquilla después de usarlo.

– Y deberías de utilizarlo al menos durante uno o dos minutos al día.

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